sábado

Tezcatlipoca


       Tezcatlipoca, el Negro. El dios cojo y ágil de la noche y la tentación, hijo de Ometéotl y hermano de Quetzalcóatl, su antagonista, con quien creó el mundo. Hermano también de Xipe Tótec y de Huitzlopochtli, el Colibrí Zurdo. Tezcatlipoca, señor del cielo y de la tierra, dueño de las batallas, amparo y tutor del hombre, origen del poder y la felicidad, fuente de vida, sol negro, omnipresente, fuerte e invisible, recibía los espíritus de los muertos que debían presentarse ante él para recibir su sentencia vestidos con una piel de ocelote y con un yugo de madera al cuello. Los sometía a varias pruebas antes de dejarles morada en alguna de las 9 dimensiones del reino la muerte: Mictlán.
       Tiene otros atributos, como ser el señor del lado norte del Universo, posee la juventud eterna, creó el aire y la música, protege a los esclavos y da y quita las riquezas. Un oscuro espejo humeante y el cuchillo de obsidiana son algunos de sus emblemas. También es llamado: "noche y viento, el árbitro, el que piensa y rige por su propia voluntad",  Moyocoyani "el creador de sí mismo", y Yoalli Ehecatl "el viento nocturno".
       Dentro de la teología náhuatl, Tezcatlipoca es una deidad central. Tanto que su nombre se extiende a sus otros hermanos, y Quetzalcóatl es el Tezcatlipoca Blanco; Huitzlopochtli el Tezcatlipoca Azul y Xipe Totec el Rojo, o Camaxtle. En sus teogonías crea el mundo ofreciendo su pie como cebo para la inmensa bestia que habitaba el océano primordial, Cipactli. Quetzalcóatl y él lo apresan, lo extienden y crean la tierra y todo lo que hay. Los toltecas dicen de él que es un dios protector y transformador que descendió al mundo usando una tela de araña para destruir la obra del Blanco, y trató de enloquecerle usando un ardid: se disfrazó de anciano y le ofreció el brevaje de la inmortalidad, cuando en realidad era un veneno.
       En el sacerdocio azteca también tiene un lugar central. Mientras Quetzalcóatl representa a la supraconsciencia, Tezcatlipoca se asocia con el subconsciente, antagonista y llave de la evolución de la conciencia sacerdotal y chamánica, iniciadora de ésta igual que la noche precede a la claridad del día. Su disfraz es el jaguar, aquél que viaja al corazón de la montaña y conoce todos los secretos, y exige el sacrificio humano simbólico del corazón; es decir: la morada del Teyolía (la esencia humana), para que pueda ser purificada y alcanzar la sabiduría. Bien es cierto que durante las fiestas del Txócatl (aproximadamente el 19 de mayo) se le tributaba un corazón humano físico, recién sacrificado, palpitante.
       Es difícil no conmoverse con esta narración resumida de Tezcatlipoca. Dios fuerte y ágil pero cojo; iluminador pero oscuro; de la vida pero Yayauhqui Tezcatlipoca Yaotl es el "señor de la muerte" y gobernador de Mictlán. Protector pero tentador. Dios de la pureza y el pecado. Tutor, y a la vez enemigo. Ubicuo pero invisible... Tiene todos los atributos del caos impulsando hacia el cosmos lo creado, que en su origen es insondable y primordial. Su nombre significa "espejo humeante", "espejo negro por el humo", "espejo oscuro de esplendor", y ve simultáneamente pasado, presente y futuro. Omnividente, omnisciente y omnipresente, todo lo que fue, lo que es y lo que será es observado, guiado por él; y como en sus encuentros con Quetzalcóatl puede ocurrir cualquier cosa, de la alianza a la lucha fraticida y enconada, el mundo se encuentra inmerso en fuerzas imposibles de contener, sólo respetar y tratar de vivir en armonía con ellas. Los aztecas nos legaron un profundo conocimiento de los ritmos del universo, astronómicos y astrológicos, en los que la noche es creadora y el día liberador. La rica y profunda carga filosófica de este pasado (tesoro de toda la humanidad) no debiera pasarnos desapercibida. Quizás en estas dualidades hay más respuestas de lo que todavía imaginamos poder llegar a preguntar.
       De un nictonauta a otro: este sol nocturno resulta de lo más atractivo...







3 comentarios:

  1. Eres espejo de mis sueños.
    http://lalybrepensadora.blogspot.com/2010/05/tejer-la-vida.html
    Fíjate en la palmera del fondo...;)

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  2. ¡...Que me ruborizas!
    Un espejo fijo en ti, Bel.
    Abrazo enorme.

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  3. "Pero yo sé que nunca diré esas palabras, porque ya no me acuerdo de Tzinacán"
    TODO CONECTADO
    TODO ENLAZADO

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