Hoy traigo un nuevo viraje hacia la noche, aún más negra en los ojos de Hemingway, una noche bastante desconocida. Es un florilegio de la traducción de Amalia Gullón, publicada en el nº 5 de ADAMAR.
ILa noche se acerca entre suaves y somnolientas plumasoscureciendo el díaacariciando el brillo perladomoldeando el barroantes de que adquiera la dureza finalexigiendo que nos quedemos.IIHemos pensado los pensamientos más largosy elegido los caminos más cortos.Hemos danzado ritmos endemoniados,temblando al regresar a casa para rezar;para servir a un amo en la noche,y a otro en el día.IVEl deseo ylas dulces y afiladas penasy las superficiales heridasque fuiste tú,se han convertido en una triste oscuridad.Viene la noche con su rictusa yacer conmigouna torpe, fría y rígida bayonetasobre mi alma iluminada, palpitante.

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